miércoles, 22 de diciembre de 2010

en nombre del recuerdo...

Sentado sobre el sofá veo pasar las nubes bajo un cielo azul que se tiñe de un color amarillento. La noche llama a su puerta y yo arropado por la guitarra y sus letras aguardo su llegada. Tras su llegada el silencio se cierne sobre la ciudad pero mi cabeza aún despierta repasa los poemas que leyó sobre páginas vacías.
Se vislumbra el color rojo en el cielo, el amanecer se acerca, el oste esconde aún el sol, pero su luz ya brilla. Alentado por su luz la canción del gallo se entona y yo aún arropado por la guitarra y sus letras me levanto, me desperezo, bostezo, mi cabeza ya trabaja y lee los poemas escritos sobre ella la noche pasada.
Sonrió al recordar la apuesta y vuelvo a sonreír al ver el amanecer.
Un nuevo día en el paraíso.

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