domingo, 12 de diciembre de 2010

Desierto

He vuelto bajo ríos de rabia camuflados por mares de lágrimas y océanos de palabras.
He vuelto al círculo, aunque ahora no circulo, represento un punto fijo equidistante de la rabia y las circunstancias.
La osadía del odioso intento desplazarme pero no turbio la magia majestuosa de los pasos solitarios. Consiguió plantar su angustia, aunque sus semillas germinaron moribundas y ahora cultivo soledades de arena.
Me he convertido en agricultor de un desierto distante donde el sol no llega y la luz duerme, lugar desconocido para el forastero y hogar del poema.
Lugar visitado por el inventor del lugar exacto que crea arte en sus cuadros de palabras representando el desierto sin ser visto. Inventor de soledades escritas que camina por el desierto tranquilo, demostrando la seguridad del ignorante que no sabe.
La noche cae sobre el desierto de soledades y el frío saluda al inventor que se estremece incomodo por la calma del momento, los pájaros no cantan, los búhos no vuelan bajo la noche estrellada, solo él viste la noche…

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