viernes, 31 de diciembre de 2010

FELIZ AÑO MUNDO!!!

Cuando toda palabra sobra y ni el mayor de los cultismos se aproxima al sentimiento humano es cuando aparece la sonrisa que hunde a la tristeza y destapa la esencia humana.
Un nuevo año que vivir y nuevos propósitos por cumplir, aunque, uno nunca cambia, ser mejor persona para mi y los de mi entorno!!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

en nombre del recuerdo...

Sentado sobre el sofá veo pasar las nubes bajo un cielo azul que se tiñe de un color amarillento. La noche llama a su puerta y yo arropado por la guitarra y sus letras aguardo su llegada. Tras su llegada el silencio se cierne sobre la ciudad pero mi cabeza aún despierta repasa los poemas que leyó sobre páginas vacías.
Se vislumbra el color rojo en el cielo, el amanecer se acerca, el oste esconde aún el sol, pero su luz ya brilla. Alentado por su luz la canción del gallo se entona y yo aún arropado por la guitarra y sus letras me levanto, me desperezo, bostezo, mi cabeza ya trabaja y lee los poemas escritos sobre ella la noche pasada.
Sonrió al recordar la apuesta y vuelvo a sonreír al ver el amanecer.
Un nuevo día en el paraíso.

25 horas.

Tras reflexionar respiro ondo y comienzo mi camino por las solitarias y oscuras calles.
Mis pasos apagan las farolas dejandome arropado por el manto de la oscuridad. Sigo mi camino sonriendo sin aparente motivo, quizá maravillado por el pensamiento romántico que puebla mi cabeza. Un estruendo anuncia la llega de la tormenta y pronto una intensa lluvia se cierne sobre las calles.
Con su llegada mis pasos se tranquilizan, mis músculos se relajan y mis odidos se sintraen con el sonido que dejan mis dedos sobre una barandilla.
Mi camino se mantiene impasible y mis pies ahora mojados se deslizan torpemente. Una azulona luz surge en la oscuridad proveniente de una farola cercana, al acercarme a ella la miro fijamente, al mirarla mi cabeza muestra los rostrso de personas conocidas e importantes, por lo que vuelvo a sonreir mientras cierro los ojos y dejo que la lluvia limpie mi cara.
Al bajar la cabeza mis ojos me muestrar mis zapatillas embarradas y no puedo reprimier una nueva sonrisa de irnoía.
Finalmente llego a mi destido. Ahora aunque empapado no me hallo en la penumbra y me encuentro atechado.
El romantizismo del momento me hace pensar, que quiza no sea necesario un punto de apollo para mover el mundo cuando tienes 25 horas que aprovechar mientras él se mueve solo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Desierto

He vuelto bajo ríos de rabia camuflados por mares de lágrimas y océanos de palabras.
He vuelto al círculo, aunque ahora no circulo, represento un punto fijo equidistante de la rabia y las circunstancias.
La osadía del odioso intento desplazarme pero no turbio la magia majestuosa de los pasos solitarios. Consiguió plantar su angustia, aunque sus semillas germinaron moribundas y ahora cultivo soledades de arena.
Me he convertido en agricultor de un desierto distante donde el sol no llega y la luz duerme, lugar desconocido para el forastero y hogar del poema.
Lugar visitado por el inventor del lugar exacto que crea arte en sus cuadros de palabras representando el desierto sin ser visto. Inventor de soledades escritas que camina por el desierto tranquilo, demostrando la seguridad del ignorante que no sabe.
La noche cae sobre el desierto de soledades y el frío saluda al inventor que se estremece incomodo por la calma del momento, los pájaros no cantan, los búhos no vuelan bajo la noche estrellada, solo él viste la noche…

Soñando con convicción

Hasta en el desierto más apartado una única gota de agua es suficiente para seguir andando por que los sueños son los que mueven el corazón humano, y sus latidos aumentan cuando el sueño toma forma, se materializa para bombear más sangre y conseguir la meta.
Una vez más el caminante ha salido del desierto, dejando atrás los aullidos y el dolor. Bajo gritos de rabia y lágrimas secas refleja su orgullo por no darse por vencido, su sueño se ha materializado disparando sus latidos…

sábado, 11 de diciembre de 2010

felicidad en blanco y negro.

Solo y vulnerable se siente el cachorro tras su nacimiento, únicamente aquel niño que maravillado lo ve lo protege, contento por haber presenciado el nacimiento del que será su mejor amigo.
El niño coge al cachorro y lo abraza, y así por primera vez el cachorro se siente en casa. Crece sintiendo devoción por el niño, el que le protege, el que le da cariño, cuando al mismo tiempo el niño que deja de ser, se refugia en él, ya es su mejor amigo.
La tristeza puebla los ojos del que fue un niño, el cachorro ha crecido pero su mirada no ha cambiado sigue siendo sincera y devota hacia su amigo, limpia sus lagrimas con la chaqueta y esboza una sonrisa que el amigo agradece con un ladrido, diciendo eres tu quien me a protegido, soy yo quien te ha comprendido, nada a cambiado, somos tu y yo bajo este mar de alaridos.
Bajo este mar entiendes mis ladridos, bajo este mar amigo tus lágrimas son palabras húmedas y tus abrazos sigues protegiéndome del frío.
Hallaremos tierra juntos para que puedas limpiar tus lágrimas con la arena de la playa, correremos sobre ella y localizaremos tu felicidad bajo un árbol. Viviremos a la orilla del mar de alaridos, y labraremos la felicidad…
  • Felicidad por monumento.

Anochece pero la luz no desaparece.

Es en ese momento cuando amanecen corazones inquietos, corazones aturdidos por luces soñolientas, corazones desbocados que provocan oleajes disipados entre lunas.
Es en ese momento cuando la luz más brilla, cuando mi persona se halla en la penumbra acompañado por el lápiz y los papeles que pueblan mi suelo, arropado por las letras que forman mis textos, distraído por los sonidos del silencio.
Es en ese momento cuando la calma reina en la Tierra y la lluvia limpia su reflejo, cuando el insomne se desvela disipando las dudas que pueblan su cabeza.
Es en ese momento cuando las mentes desfallecen en los sueños divertidas, riéndose de nuestros pensamientos más profundos y hondos. Pensamientos estancados en la dureza de los tiempos modernos.
Es en ese momento cuando las palabras brotan describiendo el primer vuelo, cuando las primeras lágrimas secas saludan desde el suelo.
Es en ese momento cuando las palabras definen la razón con corazón y no el corazón con razón.
Es en ese momento cuando la confluencia de textos forma ríos de palabras, ríos que despejan el alma decaída, alma que despierta bajo gritos de rabia.
  • Es en ese momento cuando anoche pero la luz no desparece.