Sus manos alojaban una gran flor roja que desprendía un dulce aroma, y en el horizonte se podía distinguir a un joven que se dirigía a ella, pero esta distraída con el movimiento de las flores , el susurro del viento y el aroma de la enorme flor no lo vio hasta que se encontraba próximo a ella.
El joven de tez morena y piel chamuscada por el sol llevaba consigo un gran tarro , que aparentemente contenía arena de playa, al ver al chico la joven sonrió , desvió la mirada al gran tarro que llevaba consigo y esbozo otra sonrisa quizá diferente a la anterior.
Durante unos segundos los dos se miraron fijamente, pero fue tiempo suficiente para que el chico se perdiese en los ojos de color caramelo de la joven y observase el mecer de su largo cabello con el viento, entonces el chico se agachó la beso y se levanto de nuevo para abrir y tirar la arena del tarro, en los segundos posteriores los dos vieron como la arena se alejaba con el viento, y cuando la arena se escapo en el horizonte el chico se dio la vuelta, se sentó, la abrazó y ambos se besaron...
