sábado, 12 de marzo de 2011

Noches de cuentos

Cuando el sol apremia y las luces no llegan resisto la tentación de huir al callejón más oscuro, pues no quiero ver luz que no sea la de mi lámpara, pues no quiero sentir calor que no sea el de mi manta.
No quiero hablar de nada, sino hablar con la nada y contarle mi historia sin que esta me interrumpa, quiero que mi respiración sea mi viento, mis lágrimas mi lluvia y mi tormenta el lamento.
Quiero despertarme bajo la luz de mi lámpara y contarle al cuaderno el sueño que me desvela cada noche estrellada, para así poder estrellarme en las estrellas, para así poder marearme entre mareas.
Quiero trabajar sobre papeles y dormirme sobre textos, soñar con sus palabras y hablar con sus letras. Quiero respirar sus pausas, estornudar sus comas, tartamudear sus guiones. Quiero enamorarme de esa chica de cabello negro, ojos verdes, labios rosados, cuello largo, manos suaves y tez pálida que corre por los campos de flores sonriendo al viento y hablando con el momento.
Quiero ser enemigo de ese villano de capa mecida por la brisa y bigote rizado, que riza la capa cada día y que peina el bigote con la brisa.
Quiero despertarme con el alba y pintar en verso el momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario